Aunque empresas como Abadi distribución de alimentos fomentan dietas adecuadas y prestan servicios de alimentación a organizaciones que atienden a grupos vulnerables, la inseguridad alimentaria aún no se resuelve y la pandemia la ha agravado.
Para reforzar los sistemas alimentarios, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), elaboró el Programa de Respuesta y Recuperación COVID-19.
Su objetivo es mitigar los impactos socioeconómicos inmediatos de la contingencia, y fortalecer la resiliencia a largo plazo de los sistemas alimentarios y medios de vida.
Abadi: 7 prioridades del Programa de Respuesta y Recuperación de la FAO
La FAO diseñó este programa luego de extensos análisis y consultas con oficinas descentralizadas y otros socios. Juntos, identificaron siete áreas clave de acción:
1. Plan mundial de respuesta humanitaria
Realizar un monitoreo continuo y detallado de los impactos de la pandemia, estabilizar el suministro de alimentos en las comunidades vulnerables, y garantizar que los actores de la cadena de suministro no estén en riesgo de contagio.
2. Datos para la toma de decisiones
Hay cuatro pasos que seguir en este marco de trabajo:
- Utilizar la Escala de Experiencia de Inseguridad Alimentaria (FIES, por sus siglas en inglés) para evaluar continua y ágilmente el impacto del COVID-19.
- Aprovechar las fuentes innovadoras de data para dar seguimiento al impacto de la contingencia.
- Adaptar los métodos de recolección de data agrícola para responder a las nuevas demandas de la industria.
- Apoyar políticas para la recuperación económica y social pos-COVID-19.
3. Inclusión económica y protección social para reducir la pobreza
La meta principal de esta medida es planear una recuperación socioeconómica temprana para las comunidades en desarrollo, tanto a corto como a largo plazo.
Es fundamental que empresas, como Abadi distribución de alimentos, continúen apoyando a los productores locales o familiares. Así, mantendrán la economía y el empleo rural en movimiento.
4. Normas de comercio y seguridad alimentaria
Hoy, la industria necesita una estrategia que mejore el acceso a los mercados, optimice el comercio, ofrezca soluciones digitales, y respete los estándares sanitarios, sin ser restrictivos.
5. Impulsar la resiliencia de los pequeños productores
Los productores locales son un pilar de la industria agroalimentaria y de la sostenibilidad. Por ello, hay que brindarles productos de protección financiera, capacitarlos en resiliencia, y establecer un entorno favorecedor para potenciar su desarrollo.
6. Prevención de la próxima pandemia de origen animal
Debido al calentamiento global, la irrupción de una nueva pandemia es una posibilidad. La FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han declarado que es primordial tener un solo enfoque global de salud para estar mejor preparados y evitar un brote pandémico.
7. Transformación de los sistemas alimentarios
Por último, hay que robustecer los sistemas alimentarios, especialmente en las áreas de vulnerabilidad detectadas durante la contingencia.
Innovación y eficiencia, reducción del desperdicio de alimentos, dietas más sanas y seguras, y el mejoramiento de las políticas medioambientales, son acciones que la FAO busca implementar a lo largo de la cadena de suministro, desde los productores, las compañías como Abadi distribución de alimentos, y los consumidores finales.