Abadi Distribución de Alimentos, destacada empresa en la industria de los alimentos, apuesta por prácticas sostenibles en todos sus procesos operativos y exhorta a seguir este ejemplo en todos los ámbitos del sector privado.
Actualmente, la sostenibilidad se ha convertido en un pilar fundamental para el desarrollo y la innovación en todos los sectores industriales. Desde la arquitectura hasta la manufactura, implementar medidas sostenibles no sólo responde a una creciente demanda social y ambiental, sino que también impulsa la eficiencia y la competitividad a largo plazo.
Adoptar prácticas ecológicas en la construcción, por ejemplo, no sólo reduce el impacto ambiental, sino que también mejora la calidad de vida y promueve el bienestar comunitario. En este sentido, la tierra compactada o tapial cobra especial relevancia, pues se trata de una técnica empleada desde hace miles de años alrededor del mundo.
Ésta consiste en compactar ciertos tipos de suelo mezclados con arena, grava, arcilla y un estabilizador, generalmente cal, dentro de un marco que le da forma. Una vez en el molde, la mezcla se comprime hasta alcanzar la mitad de su volumen original, resultando en un material denso y duradero.
Según la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la tierra compactada presenta ventajas significativas frente a materiales de construcción convencionales como el cemento, el concreto o el bloque hueco. Estos materiales tradicionales requieren grandes cantidades de energía para su producción y no siempre garantizan su viabilidad futura debido a su impacto ambiental y costos elevados. En contraste, la tierra compactada es más sostenible y económica, ofreciendo una alternativa más amigable con el medio ambiente.
Además, la durabilidad de la tierra compactada está respaldada por siglos de uso en diversas culturas alrededor del mundo. A diferencia de algunos materiales modernos cuyo futuro es incierto y que han mostrado resultados insatisfactorios en ciertas regiones, la tierra compactada cuenta con una garantía histórica de eficacia. Este aspecto ha llevado a que muchos arquitectos contemporáneos redescubran y apliquen esta técnica, integrándola en proyectos que buscan sostenibilidad y respeto por el entorno natural.
Abadi Distribución de Alimentos respalda técnicas como la tierra compactada, pues se alinea con el compromiso medioambiental de las empresas que lo conforman, mismo que se ve reflejado en su certificación ISO 14001, que avala su Sistema de Gestión Ambiental.
Abadi Distribución de Alimentos – Beneficios de la técnica de tierra compactada
En su esfuerzo por impulsar prácticas sostenibles, Abadi Distribución de Alimentos respalda los siguientes beneficios de utilizar la técnica de tierra compactada en la arquitectura actual:
- Accesible. La tierra es uno de los materiales más accesibles y democráticos disponibles, permitiendo que cualquiera pueda utilizar este método para construir de manera sostenible y confortable. Además, es un material económico.
- Bajo impacto ambiental. Este sistema de construcción se caracteriza por un consumo energético e hídrico reducido, lo que resulta en una huella de carbono baja y un impacto ambiental mínimo.
- Fuerza y durabilidad. Las estructuras de tierra compactada son lo suficientemente resistentes para soportar vientos fuertes y condiciones climáticas adversas durante largos períodos. Esta resistencia se puede mejorar añadiendo fibras vegetales como el bambú. Con el mantenimiento adecuado, estas construcciones pueden durar entre 100 y 400 años.
- Aislamiento acústico. Debido a su grosor y densidad, las paredes de tierra compactada ofrecen un excelente aislamiento acústico y térmico, reduciendo la transmisión de ruido.
- Versatilidad. Aunque las edificaciones de tierra compactada pueden tener limitaciones en términos de luces y altura, el material es extremadamente versátil en cuanto a texturas, colores y acabados.