Productos Abadi, líder empresarial en el sector alimentario mexicano, está comprometida con la implementación de buenas prácticas que garanticen la seguridad alimentaria de sus productos.
Implementar buenas prácticas en los procesos de producción es esencial para las empresas de la industria alimentaria que buscan ofrecer alimentos de alta calidad. Éstas no sólo garantizan la seguridad y la higiene de los productos, sino que también optimizan la eficiencia y sostenibilidad de las operaciones. En este sentido, conocer el papel que juega el pH en la seguridad alimentaria, resulta fundamental.
De acuerdo con el diccionario del Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos (NIH), el pH es “la medida del grado de acidez o alcalinidad de una sustancia o una solución. El pH se mide en una escala de 0 a 14”.
En esta escala, un valor de pH de 7 es considerado neutro, indicando que la sustancia o solución no presenta características ni ácidas ni alcalinas. Un pH inferior a 7 sugiere que la sustancia es más ácida, mientras que un pH superior a 7 indica que es más alcalina.
En la industria alimentaria, el pH es una medida que refleja el nivel de conservación, calidad y seguridad de los productos. El pH, que significa potencial de hidrógeno o potencial de iones de hidrógeno, es utilizado para evaluar la acidez o alcalinidad de un alimento, basándose en la concentración de iones de hidrógeno presente en su composición.
Productos Abadi – ¿Cuál es la importancia del pH en los alimentos?
En la industria alimentaria, el pH juega un papel crucial en la vida útil y la seguridad de los alimentos. Factores como la composición, temperatura, contenido de agua y salinidad afectan directamente la durabilidad de los productos alimenticios, pero el pH es especialmente relevante para controlar la proliferación de microorganismos.
De acuerdo con el nivel de pH de un alimento, es el tipo de microorganismo que tiende a reproducirse en él:
- Bacterias. Usualmente crecen y se multiplican en ambientes con un pH neutro, aunque algunas variedades más resistentes, como la Listeria y la Salmonella, pueden desarrollarse en alimentos con pH muy ácido.
- Mohos. Tienen una preferencia por ambientes con un pH más ácido.
- Levaduras. Los alimentos con pH bajos y altos niveles de azúcar son ideales para su crecimiento y proliferación.
Conociendo estas características, es posible manipular el pH de los alimentos para inhibir el crecimiento de microorganismos no deseados, prolongando así su vida útil y mejorando su seguridad y calidad.
Medir y ajustar el pH no sólo ayuda a mantener el sabor y la textura de los productos, sino que también asegura que los alimentos sean seguros para el consumo durante más tiempo.
Clasificación de alimentos en función de su pH
El portal de la empresa especializada en comercialización y distribución responsable de insumos industriales, Grupo Pochteca, señala que los alimentos se clasifican de acuerdo con su pH de la siguiente manera:
- De alta acidez. Estos son alimentos con un pH inferior a 4.6, como los refrescos, bebidas energéticas, cereales, alcoholes, dulces y algunas carnes procesadas.
- De baja acidez. Estos alimentos tienen un pH que oscila entre 4.6 y 6.5, e incluyen la mayoría de las frutas, huevos, hortalizas, legumbres, semillas, aceites, pescados y carnes.
- Alcalinos. Son aquellos con un pH superior a 7, como las verduras crudas y frescas, con bajo contenido de grasa y colesterol.
Es importante destacar que el conocimiento de estas herramientas no sólo beneficia la salud pública al evitar riesgos microbiológicos, sino que también refuerza la reputación y competitividad de las marcas en un mercado global exigente, algo que tiene muy en cuenta Productos Abadi.
Técnicas para modificar el pH de los alimentos
En la industria alimentaria moderna, la modificación del pH juega un papel fundamental en la seguridad y calidad de los productos. La clave radica en reducir el pH de los alimentos mediante el uso estratégico de acidificantes y acidulantes. Esta práctica no sólo impide el crecimiento de microorganismos dañinos, sino que también preserva las características sensoriales que tanto valoramos en nuestros alimentos.
Entre los acidulantes más utilizados se encuentran el ácido cítrico, ácido fumárico, ácido láctico y otros como el potasio y el magnesio. Estas sustancias se combinan eficazmente con métodos de conservación adicionales, como la pasteurización, para ofrecer una protección completa contra posibles contaminaciones y deterioro.
Al aplicar técnicas avanzadas de modificación de pH, las empresas de la industria alimentaria, como Productos Abadi, demuestran su compromiso con la calidad y la seguridad, asegurando que cada producto que llega a nuestras manos cumpla con los más altos estándares.