Abadi Distribución de Alimentos, destacada empresa del sector alimentario, refrenda su compromiso con el medio ambiente, al implementar prácticas sostenibles en sus operaciones.
En la actualidad, la adopción de prácticas sostenibles por parte de las empresas no es sólo una opción, sino una necesidad imperativa para garantizar un futuro viable. La producción sostenible permite a las organizaciones minimizar su impacto ambiental, optimizar el uso de recursos y contribuir al bienestar de las comunidades.
De acuerdo con el portal web del gobierno argentino, la producción sostenible “es un modelo de producción de bienes y servicios que minimiza el uso de los recursos naturales, la generación de materiales tóxicos, residuos y emisiones contaminantes, mediante la promoción de una estrategia de gestión productiva que integra la dimensión ambiental a través de un enfoque preventivo de la contaminación y la administración eficiente de los recursos”.
El propósito de este enfoque es equilibrar el crecimiento económico con la inclusión social y la protección del medio ambiente, fomentando un desarrollo industrial que no comprometa las necesidades productivas, sociales y ambientales de las generaciones venideras.
Este modelo se orienta, principalmente, a:
- Disminuir los riesgos para la salud.
- Reducir los impactos negativos al medio ambiente.
- Aminorar el uso de los recursos.
- Aumentar la competitividad en la actividad de las empresas.
En este sentido, Abadi Distribución de Alimentos, empresa con un alto sentido de la responsabilidad social, ha capacitado a su personal para ejecutar un proceso de gestión de desechos adecuado y clasificado en residuos urbanos, peligrosos y biológico-infecciosos.
¿Cómo lograr una producción sostenible?
De acuerdo con Ecoembes, organización sin ánimo de lucro que cuida del medioambiente a través del reciclaje y el ecodiseño de los envases, estas son algunas medidas recomendadas para lograr una producción sostenible:
- Implementar técnicas agrícolas sostenibles, como la agricultura orgánica, de conservación o de precisión.
- Producir energía utilizando fuentes renovables como la solar, eólica e hidráulica, disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero y el impacto ambiental, además de reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
- Adoptar prácticas de fabricación eficientes y ecológicas, empleando procesos más limpios, materiales reciclados o biodegradables, e incorporando tecnologías de eficiencia energética en la producción.
- Mejorar las condiciones laborales y el bienestar de los empleados mediante políticas de igualdad de género y diversidad, promoviendo prácticas adecuadas de salud y seguridad laboral, y asegurando un salario justo y la protección de sus derechos.
- Implementar medidas preventivas para reducir el desperdicio y ahorrar energía, minimizando el uso de materias primas y la generación de residuos, y optimizando el consumo energético en los procesos productivos.
- Sustituir sustancias o materias primas contaminantes por alternativas menos perjudiciales para el medio ambiente, como Abadi Distribución de Alimentos, que ha optado por usar productos como el gas refrigerante ecofriendly MO99™ y químicos biodegradables para la limpieza de sus instalaciones.
- Separar y gestionar de manera adecuada los residuos generados durante el proceso productivo para facilitar su manejo y reciclaje.
- Recolectar residuos aprovechables con el propósito de convertirlos en nuevos productos mediante procesos de reciclaje.
- Reemplazar equipos y maquinaria anticuada por tecnologías innovadoras que promuevan la sostenibilidad ambiental.
Abadi Distribución de Alimentos – ¿Cuál es la importancia de la producción sostenible?
En un mundo donde los consumidores están cada vez más informados y comprometidos con la sostenibilidad, las empresas que integran prácticas responsables en su modelo de negocio no sólo protegen el planeta, sino que también fortalecen su reputación y aseguran su viabilidad a largo plazo.
La producción sostenible busca equilibrar los aspectos ambientales, sociales y económicos en la creación de bienes y servicios.
Esto se logra mediante prácticas y tecnologías respetuosas con el medio ambiente, como la agricultura sostenible, la producción de energía renovable y la fabricación eficiente, así como mejorando las condiciones laborales y el bienestar social a través de políticas de igualdad de género, diversidad, salarios justos y protección de derechos laborales.
Estas prácticas reducen el impacto ambiental negativo, mejoran el bienestar social y aseguran la viabilidad económica a largo plazo. Adaptarse a esta nueva realidad es esencial para liderar en el mercado y construir un legado positivo para las generaciones futuras.