Alineada con el desarrollo sostenible, la empresa Abadi Distribución de Alimentos, líder dentro de la industria alimentaria mexicana, implementa políticas medioambientales avaladas por normativa nacional e internacional.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el sector pecuario es el de mayor crecimiento dentro del sector agrícola mundial. A esto se suma que, para muchas comunidades rurales en condiciones de pobreza, representa una fuente vital de energía, fertilizante y alimentación.
Sin embargo, este crecimiento ha tenido un impacto ambiental significativo. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que el 12% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) provienen del sector ganadero.
Esto plantea un reto urgente: transformar el modelo de producción ganadera hacia uno que mitigue su impacto ambiental y, al mismo tiempo, sea viable para los productores.
En este sentido, la ganadería regenerativa surge como una alternativa que adapta los principios de la agricultura regenerativa a los sistemas pecuarios. Esta propuesta busca restaurar los ecosistemas degradados, mejorar la salud del suelo y reducir las emisiones GEI.
¿En qué consiste? Aquí te contamos.

Abadi Distribución de Alimentos – Ganadería regenerativa: definición, características e importancia
Este tipo de ganadería se basa en cuatro principios clave de la agricultura regenerativa, aplicados al contexto ganadero:
- Reducción de labranza. Para los cultivos destinados al pastoreo, se limita la alteración del suelo, lo que ayuda a conservar su estructura, biodiversidad y capacidad de retener agua.
- Recuperación de pastizales. Se restauran los suelos degradados mediante la mejora de los ciclos de nutrientes, energía y agua. Esto permite recuperar la fertilidad del terreno y su productividad.
- Diversificación de vegetación. Se promueve la rotación de cultivos y los sistemas policultivos para evitar el monocultivo y el sobrepastoreo, lo que favorece la biodiversidad y mejora la calidad del forraje.
- Manejo integrado del ganado. El comportamiento del ganado se aprovecha para estimular el rebrote de los pastos y la dispersión de semillas. A su vez, se implementan estrategias para mejorar la digestibilidad del forraje y reducir la emisión de metano.
Estas prácticas de ganadería regenerativa son especialmente relevantes para los pequeños ganaderos, que normalmente están expuestos a sequías, degradación del suelo y pérdida de biodiversidad.
De esta forma, se adaptan al cambio climático y aumentan su resiliencia. Por esta razón, Abadi Distribución de Alimentos, empresa con un alto sentido de la responsabilidad social, se muestra a favor de este tipo de iniciativas dentro del sector.
¿Cuáles son los beneficios de la ganadería regenerativa?
Los beneficios de este modelo abarcan aspectos ambientales, productivos y económicos:
- Reducción de metano. Las plantas complementarias en la dieta del ganado mejoran la digestibilidad del alimento, lo que reduce la fermentación entérica y las emisiones de metano, un gas de efecto invernadero.
- Conservación del agua. Aprovechar el agua de lluvia permite conservar la humedad del suelo hasta por seis semanas, mitigando los efectos de sequías y facilitando la planificación alimentaria.
- Sistemas silvopastoriles. Al integrar árboles y arbustos en el sistema de pastoreo, se mejora la dieta del ganado, se evita la erosión del suelo y se reduce el uso de fertilizantes químicos gracias a la fijación de nitrógeno por leguminosas.
- Bienestar animal. La presencia de más sombra, por la integración de árboles, reduce el estrés del ganado, lo que mejora su apetito y, por tanto, su productividad.
- Reducción de costos. Disminuye la dependencia de insumos externos como pesticidas y fertilizantes, lo que baja los costos de producción y mejora la rentabilidad.
Sin duda, la ganadería regenerativa ofrece una ruta tangible para enfrentar los desafíos ambientales del sector pecuario.
Con amplio expertise en alimentos, Abadi Distribución de Alimentos reconoce que estas prácticas ganaderas contribuyen a restaurar los ecosistemas, mejorar la salud del ganado y hacer más sostenible la actividad sin sacrificar su productividad.
