Las certificaciones Abadi que más relevancia tienen para los clientes son aquellas relacionadas con la inocuidad y seguridad de los alimentos.
Estos sellos de calidad son los que facilitan a los consumidores reconocer los mejores alimentos para proteger su bienestar.
No obstante, cuando se acude a un mercado o algún centro mayorista en los que los alimentos no tienen un distintivo visible, es importante saber cómo identificar los productos frescos.
Los pescados y mariscos son los que deben tener mayores cuidados en su almacenamiento y distribución para conservar su buen estado, por lo que se tienen que escoger aquellos que hayan tenido una óptima cadena de frío.
Pero, ¿cómo reconocer la frescura de este producto?
Certificaciones Abadi: cómo identificar un pescado fresco
De acuerdo a la “Guía de pescados y mariscos” de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), estas son las características de un pescado fresco:
- Olor. Los pescados deben tener un olor suave, el cual es un indicio de buen estado. Si desprende un aroma más fuerte o parecido al amoníaco, el pescado no es seguro para su consumo.
- Textura de la carne. Al momento de elegir un pescado, lo recomedable es palparlo. Si la carne se queda sumida o no es firme, significa que la calidad no es buena.
- Ojos. Una forma de identificar rápidamente la frescura de un pescado es observando los ojos. Estos tiene que ser saltones, verse limpios y transparentes.
- Branquias. Antes de comprar un pescado es importante revisar las branquias, las cuales tienen que estar húmedas y ser de un color rojo reluciente.
- Brillo. La piel de un pescado fresco suele ser muy brillante. Si se quiere comprobar la calidad, solamente hay que comparar la piel de un pescado con otro.
Algunas recomendaciones adicionales de la Profeco son:
- Escoger pescados de temporada, ya que su frescura es mayor y tienen un precio más accesible.
- Acudir a locales que cumplan con las condiciones de higiene y conservación requeridas.
Las certificaciones de Abadi garantizan que sus productos, tanto de carne roja como blanca, son de alta calidad y han pasado por un óptimo proceso de almacenamiento y distribución.