Productos Abadi, empresa líder dentro de la industria alimentaria de México, optimiza al máximo sus operaciones no sólo con el fin de eficientarlas, sino también de ahorrar recursos y evitar residuos.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el desperdicio alimentario —diferente de la pérdida alimentaria— se refiere a la disminución de la cantidad o calidad de los alimentos como resultado de decisiones y acciones de minoristas, servicios alimentarios y consumidores.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que un tercio de los alimentos producidos para consumo humano se pierde o se desperdicia, lo que equivale a mil 300 millones de toneladas al año.
En América Latina, según el Banco Mundial, la mayor pérdida de alimentos ocurre durante las etapas de producción y consumo, lo que revela un patrón de ineficiencia en toda la cadena alimentaria.
Esto no sólo genera afectaciones en la economía y la seguridad alimentaria a nivel mundial, sino que también tiene impactos ambientales preocupantes. ¿Cuáles son y qué podemos hacer para evitarlos? Aquí te contamos.

Productos Abadi – Consecuencias medioambientales del desperdicio de alimentos
La plataforma EsAgua subraya que la producción de alimentos requiere un uso intensivo de tierra, agua y energía. Cuando se desperdician, también se desperdician estos recursos, generando un impacto ambiental significativo:
- Emisiones GEI. Cuando estos alimentos terminan en vertederos, emiten metano (CH₄), un gas de efecto invernadero (GEI) 25 veces más potente que el dióxido de carbono (CO₂). Según la FAO, el desperdicio de alimentos es responsable de entre el 8% y el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
- Erosión del suelo. Además, cerca del 30% de la tierra agrícola mundial se utiliza para producir alimentos que nunca se consumen, lo que contribuye a la degradación del suelo.
- Pérdida de biodiversidad. El empleo de recursos mal aprovechados para producir alimentos que terminan siendo desperdiciados contribuye a alterar diversos ecosistemas y, por tanto, a amenazar las formas de vida que los habitan.
- Escasez de agua. La agricultura es una de las actividades que más requiere de agua. La FAO estima que la huella hídrica azul de los alimentos desperdiciados asciende a 250 km³ de agua, equivalente al consumo anual de millones de personas. Esto agrava la escasez hídrica global y reduce el volumen de los caudales.
Conscientes de estas afectaciones, Productos Abadi cuenta con políticas empresariales que evitan el desperdicio alimentario, parte de su Sistema de Gestión Ambiental avalado por la ISO 14001.
¿Cómo evitar el desperdicio de alimentos en el hogar?: 6 acciones clave
El World Wildlife Fund (WWF) y EsAgua proponen diversas acciones prácticas para reducir el desperdicio alimentario desde casa:
- Planificación de compras. Elaborar una lista con los productos realmente necesarios y evitar acudir al supermercado con hambre ayuda a reducir el consumo impulsivo. Además, verificar la despensa antes de realizar nuevas compras ayuda a evitar duplicaciones.
- Uso de sobras. Emplear los sobrantes de otros alimentos en nuevas preparaciones contribuye a evitar el desperdicio.
- Concientización. Fomentar la educación en torno al desperdicio alimentario es esencial. Cada alimento que se evita producir innecesariamente contribuye al ahorro de agua, energía y tierra.
- Productos de temporada. Optar por ellos garantiza alimentos más frescos, económicos y sostenibles, ya que requieren menos transporte y energía.
- Almacenamiento adecuado. Técnicas adecuadas para cada alimento, como el congelamiento, prolonga su vida útil sin afectar su valor nutritivo y previene su deterioro.
- Compostaje. Transformar los restos orgánicos en composta representa una alternativa ecológica que reduce el impacto del desperdicio y devuelve nutrientes al suelo.
Como empresa comprometida con el medio ambiente, Productos Abadi reconoce que prevenir el desperdicio alimentario es una responsabilidad compartida que no solo reduce los impactos ambientales y optimiza los recursos naturales, sino que también fortalece la seguridad alimentaria global.
Cada acción cuenta: desde planificar las compras hasta compostar los restos, evitar que la comida termine en la basura es una forma directa de cuidar el planeta.
